Mucho dinero bajo la alfombra (roja)
Cada año, el primer lunes del mes de mayo tiene lugar en Nueva York uno de los grandes saraos planetarios para las marcas, la Gala MET, un acontecimiento benéfico cuya alfombra roja es, con permiso de los Oscar, una de las más fotografiadas del mundo, con más de 500 imágenes cada 10 minutos, y probablemente una de las que más recauda, con cerca de 13 millones de dólares.
Más allá de las grandes manifestaciones deportivas y culturales que se celebran de manera periódica por todo el mundo, hay pocos eventos planetarios capaces de captar la atención de las marcas, cautivar a la opinión pública y concentrar durante horas el foco mediático.
Entre estos figuran, por ejemplo, los lanzamientos de los nuevos productos Apple, con su característica rumorología asociada; la presentación de las colecciones de Victoria’s Secret, con el inusitado esplendor de sus 'ángeles'; los 'fashion show' de la firma Channel, que dan forma a los sueños de Lagerfeld, el gran mago de la moda; o la Gala MET, que cada año se celebra desde 1960 en el Museo Metropolitano de Arte (MET) de Nueva York el primer lunes del mes de mayo. Es decir, hace sólo unas horas.
Ideados en 1948 por Eleanor Lambert con una finalidad benéfica (recaudar fondos para el Instituto de Costura), esta gala es considerada uno de los grandes acontecimientos mundiales –para el público y para el marketing de las firmas– y su alfombra roja es probablemente una de las más seguidas y fotografiadas del planeta, equiparada en muchos casos a la 'red carpet' de los Premios Oscar.
Su organización lleva meses de trabajo.
Invitados (más de 600), flores (se cuentan por miles), protocolo (con decenas de relaciones públicas presionando para obtener el mejor espacio para sus representados), catering (con toda suerte de platos frugales), temática, cobertura de prensa... Y al frente de la misma se encuentra, desde 1999, la todopoderosa señora de la moda Anna Wintour, editora de la revista Vogue, que comanda su dirección con mano de hierro.
Cada año ofrece un tema distinto, que generalmente guía las creaciones de la ropa que lucen las ‘celebrities' invitadas a los fastos. Si bien pocos trabajos de moda han alcanzado tanta gloria como el vestido de yema de huevo que lució Rihanna en 2015, obra del diseñador chino Guo Pei.
En la edición de 2017 se ha rendido homenaje a Rei Kawakubo, creadora de la firma Comme des Garçons, aunque el contenido de estos 'parties' ha sido siempre muy variado, rindiéndose tributo, por ejemplo, al punk, a la belle epoque, al mundo de Balenciaga o a los trajes rusos...
El coste del evento –30.000 dólares por cubierto, 275.000 dólares por mesa– es habitualmente desembolsado por las grandes firmas, quienes invitan a los embajadores de su marca y fieles de resonancia estelar. Son habituales a este sarao planetario Madonna, Jennifer López, Rihanna o Beyoncé, quien este año no ha podido asistir por su embarazo de gemelos. En la edición de 2017, si tenemos en cuenta lo que dicen las redes, han arrasado Selena Gómez, Dakota Jonhson y Jaden Smith.
Su abono, con todo, no garantiza la presencia de los invitados, cuya lista es revisada en detalle por Wintour, que puede eliminar los nombres de un plumazo. La recaudación, eso sí, nunca falla y es la principal fuente de financiación del Instituto de Costura. En su última edición ha rondado los 13 millones de dólares.
La fiesta de lanzamiento, además de sus fines recaudatorios, da inicio a una de las exposiciones de la temporada en Nueva York, que este año, desde el 4 de mayo hasta el 4 de septiembre, estará dedicada a la marca ideada por Kawakubo, conocida por sus diseños de vanguardia, capaces de desafiar las nociones convencionales de belleza y buen gusto.
Ante tamaño despliegue, la atención mediática de la Gala MET es extraordinaria, pues en estos años –a raíz de la presencia de Wintour– ha construido un universo narrativo muy poderoso.
Eso sí, sólo de puertas afuera, pues su interior está vetado a la prensa e, incluso, se prohíbe a sus invitados filtrar los detalles de la fiesta en sus cuentas personales en las redes sociales. Las 'celebs' también tienen prohibido hacerse selfies durante la gala. Saltarse la férrea disciplina impuesta por la Wintour, supone desatar su ira. Y, claro, ello puede tener consecuencias para su autor (o autora) de cara al futuro.
El día del evento, por la mañana, se presenta el contenido de la exposición a los medios. Aunque el plato mediático fuerte es la propia alfombra roja, en donde se congregan entre 150 y 200 fotógrafos, quienes disparan aproximadamente 500 imágenes cada 10 minutos, según algunos cálculos. El número de fotógrafos y cámaras se ha multiplicado por cuatro en los últimos 15 años.
En su última edición, la Gala MET –en exclusiva su alfombra roja– pudo seguirse a través de Facebook Live y de E! Network, retransmisiones ambas amplificadas en las redes sociales por miles de seguidores en todo el mundo, atentos a cualquier detalle que llama la atención de sus ídolos. A las pocas horas de su inicio, pronto se convierte en 'trending topic' mundial.
Si desea conocer en profundidad el desarrollo organizativo de la Gala MET, la organización creó un video en 2016, titulado “The First Monday in May”, cuyo resumen puede verse en el vídeo que aparece debajo de estas líneas. La gala celebrará en 2018 su 70 aniversario.